Normalmente, suelo revelarme contra el paso del tiempo y el cambio del trancurso de los acontecimientos. No me gusta que me cambien mi mundo, suelen gustarme las cosas tal y como están.
Normalmente, suelo luchar contra lo que el tiempo me impone y contra las cosas que considero que no son inevitables. Claro... que el paso del tiempo es inevitable y los cambios también, pero quizás sea mi orgullo o algo así, lo que me impida reconocerlo.
Luchar siempre termina cansándote y consumiéndote, es mejor dejarse llevar e ir aceptando los acontecimientos según vayan llegando. Hay personas que entrarán en tu vida sigilosamente y sin que te des cuenta, otras, sin embargo, que sepas el momento exacto en el que las conociste. Al igual que esto, hay personas que se van sigilosamente de tu vida sin que te des cuenta, cuando te paras a pensar ya están muy lejos y, probablemente, sea im-posible alcanzarlas. No se necesita un gran estruendo para que una persona desaparezca ni una gran distancia física, basta con que las piezas del puzzle dejen de encajar.
Luchar siempre termina cansándote y consumiéndote, es mejor dejarse llevar e ir aceptando los acontecimientos según vayan llegando. Hay personas que entrarán en tu vida sigilosamente y sin que te des cuenta, otras, sin embargo, que sepas el momento exacto en el que las conociste. Al igual que esto, hay personas que se van sigilosamente de tu vida sin que te des cuenta, cuando te paras a pensar ya están muy lejos y, probablemente, sea im-posible alcanzarlas. No se necesita un gran estruendo para que una persona desaparezca ni una gran distancia física, basta con que las piezas del puzzle dejen de encajar.
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