28.11.09

Realidades

Miré el reloj y marcaba una hora desmesurada, pero aun no tenía sueño y no quería irme a la cama. Había tantas cosas por hacer que no sabía por donde empezar, aún así ahora lo veía todo claro, veía tu nombre en la pantalla y sabía lo que significaba. Significaba que después de tanto tiempo ya nos había alcanzado y que de la tregua que nos dio aquel día de invierno ya no quedaba nada.
Esa era la realidad, la realidad de la que había estado fingiendo su inexistencia casi un mes, pero ahora la veo clara. Tarde o temprano nos hubiera alcanzado, pudo ser al principio, pero ha sido dos años después, así que me alegro porque nadie podrá borrar mis recuerdos y mis vivencias.

Pero volviendo al presente, y no sin haberlo intentado antes, la realidad es que ya no tenemos nada en común más que un pasado, y no estoy viendo que la palabra futuro (en ninguna de sus formas) esté haciendo acto de presencia.




"Comienza desde esta noche tu verdadero destino, Favole. Y abre los ojos a una nueva vida..."
Victoria Francés


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